Refrán que recuerda que la suerte en el juego es variable, lo cual, unido al carácter que normalmente tienen los jugadores, hace difícil que se ahorren las ganacias y se afiancen en forma de una economía razonable. El jugador que hoy gana, mañana vuelve a la mesa y lo pierde o lo gasta de forma irresponsable, con lo que no es posible que se ahorre lo ganado.
Variantes:
Variantes:
- El dinero del juego muchos lo tienen, pero pocos lo retienen.
- El dinero del juego, muchos lo tienen, pero ninguno lo retiene.
- El dinero del juego, tan pronto es mío como ajeno.
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