Es este uno de los refranes más populares y repetidos, como se hace de ver por las muchas variantes que presenta; llama a ser agradecido, no buscando defectos en aquello que se nos ofrezca ni poniéndole pegas. Mirar el diente de las caballerías es una forma en la que los tratantes de ganado se aseguran de la edad y la salud de las bestias, con lo que el refrán dice que no hay que reparar en los detalles del regalo como si fuera una compra.
Formas alternativas:
Formas alternativas:
- A caballo regalado, no le mires el diente.
- A caballo regalado, no se le mira colmillo.
- A caballo regalado, no se le mira el colmillo.
- A caballo dado, no hay que mirar la boca.
- A caballo dado no se le ve el colmillo.
- A caballo dado, no le mires el diente si ha cerrado.
- A caballo de presente no se le mira el diente.
- A caballo de presente, no repares en el diente.
- A caballo presentado, no le mires el dentado.
- A caballo presentado, no le mires el diente.
- A borrico regalado, no le mires el dentado.
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