En tiempos de crisis, los mendigos abundan desde que existe la civilización y mil son las formas en las que piden limosna. En los años 1980 en España se generalizó un tipo de mendigo que pedía de una forma algo más intimidatoria, pues con esta frase, que en su origen seguramente quiso dar lástima o justificar pedir caridad como forma honrosa de ganarse el pan, también se deslizaba en ocasiones cierta velada amenaza de pedir el dinero de otra forma más expeditiva si no se accedía a darlo por caridad.
La caridad es un precepto básico de la religión cristiana, una virtud teologal, tal y como se ha entendido desde la Edad Media en España, según la cual el buen cristiano debe auxiliar al necesitado; esto les daba una función social a los mendigos, que permitían el ascenso de los justos al cielo. Frente a la culpabilización personal del pobre que se da en las culturas anglosajonas, las latinas, más colectivistas, han visto a este como una persona a la que las circunstancias han empujado, digna de ayuda. En este contexto, se entiende que se justifique la mendicidad frente a otras prácticas que sí que se verían como contrarias a lo correcto, como serían el robo.
La caridad es un precepto básico de la religión cristiana, una virtud teologal, tal y como se ha entendido desde la Edad Media en España, según la cual el buen cristiano debe auxiliar al necesitado; esto les daba una función social a los mendigos, que permitían el ascenso de los justos al cielo. Frente a la culpabilización personal del pobre que se da en las culturas anglosajonas, las latinas, más colectivistas, han visto a este como una persona a la que las circunstancias han empujado, digna de ayuda. En este contexto, se entiende que se justifique la mendicidad frente a otras prácticas que sí que se verían como contrarias a lo correcto, como serían el robo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario