Este refrán nos sirve para indicar que en la misma empresa pueden las personas obtener fortuna diferente, dependiendo de su aptitud. También que el fracaso de uno puede servir para que otro aprenda y saque de esa enseñanza un beneficio, como deja más claro la forma alternativa Donde el necio se perdió, el cuerdo aviso tomó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario