lunes, 30 de enero de 2012

El buey suelto bien se lame

Refrán que sirve para regocijarse de la libertad conseguida, sea esta una libertad real o figurada y pequeña, como la que uno tiene cuando puede escaparse por un rato de sus obligaciones.

El buey, ungido por el yugo para la labranza, cuando se ve libre de este aprovecha su libertad para lamerse por todas partes y esto le hace feliz. El hombre, cuando se ve libre de obligaciones se ocupa de mil cosas que le producen satisfacción (salir con los amigos, ver una buena película...) y cuando así está disfrutando viene a colación este conocido refrán en alabanza de este estado de "libertad". Por supuesto, también puede usarse en casos de liberaciones más importantes, en la que los pueblos pueden sentir que ya no están sujetos a las cadenas que los oprimían.

Usualmente, se ha usado de forma jocosa tanto para referirse a las personas solteras o a aquellos que, estando casados, gozan de momentos de relax alejados de sus parejas y haciendo cosas incompatibles con su vida marital. Aunque hay una coletilla que se dice para alabar el estar en pareja: El buey suelto bien se lame, pero mejor se lame uno a otro.

Santillana y Correas recogen este refrán sin el artículo: Buey suelto, bien se lame.

Otra variante dice El buey solo bien se lame, de similar sentido, pero con el matiz de incidir en opinar que la soltería equivale en el hombre a la libertad, matiz que también pueden tomar las otras formas.

En valenciano hay un refrán que no es sino la traducción de este: El bou solt bé es llepa o El bou solt se llepa com vol o Bou desfermat bé se llepa. En gallego: O boi ceibo ben se lambe o O boi solto de seu se lambe o O boi ceibo de seu se lambe. En portugués: Boi solto lambe-se todo. En italiano: Bue sciolto lecca per tutto.

viernes, 27 de enero de 2012

Consejos vendo y para mí no tengo

Refrán con el que se critica a los entremetidos y sabiondos que siempre parecen capaces de saber lo que deben hacer los demás, aunque en sus propios asuntos a veces no son capaces de llegar a buen puerto o los gobiernan con mal timón. Es un refrán especialmente indicado cuando alguien no se aplica sus propias recetas, de forma que lo que ha aconsejado a otros no los sabe utilizar para sí mismo. Este refrán nos hace figurarnos a una persona a la que parece sobrarle tanto de algo, que puede sacar a la venta sus excedentes.

Tradicionalmente se ha asociado este refrán con el alcaraván, ave a la que se atribuye la característica de ponerse a chillar cuando advierte un peligro para advertir a sus congéneres y otras aves, si bien se queda paralizado, siendo incapaz de huir y por eso se dice Alcaraván zancudo: para otros consejo, para ti, ninguno.


También existen las variantes:
  • Consejos vendo, que para mí no tengo.
  • Consejos vendo y para mí no los tengo.
Ejemplos:
El presidente de Estados Unidos ha instado a la Unión Europea a que se ponga las pilas y haga los deberes para acabar con la crisis que nos acecha. Resulta que a Obama en las últimas horas la agencia de calificación Fitch le ha lanzado una seria advertencia de quitarle la triple A si no alcanza un acuerdo para recortar el déficit en 2013. Consejos vendo que para mí no tengo. Por supuesto, que Europa lleva perdiendo el tiempo desde hace ya demasiados meses.

"Consejos vendo... pero para mí no tengo". Esta expresión que define, de forma tan certera, a ese tipo de personas que suele ver siempre la paja en el ojo ajeno ¡pero nunca la viga en el propio!, se puede aplicar por partida múltiple a algunos de los mandatarios de América Latina que han aprovechado su estancia en España para participar en la Cumbre comunitaria para darnos un repaso en toda regla.






jueves, 26 de enero de 2012

Pesar el humo

Pesar el humo es una expresión que se le dice a quien se entretiene con aspectos muy poco trascendentes de un asunto, olvidándose de los importantes, o bien quiere ser demasiado meticuloso con matices menores.

Sin embargo, hubo quien literalmente pesó el humo. Cuenta la anécdota que sir Walter Raleigh (1552 – 1618), quien al parecer introdujo la costumbre de fumar en Inglaterra, o al menos la popularizó en su corte, apostó con la reina Isabel I a que era capaz de pesar el humo de un cigarro. Raleigh pesó su puro ante la reina y luego lo encendió y lo fumó cuidadosamente, dejando en un platillo las cenizas; al acabar, pesó las cenizas y la colilla y con una sencilla resta calculó el peso del humo.

Si bien la solución de Raleigh es ingeniosa, hoy sabemos que en realidad el humo es el resultado de una reacción algo más compleja, que necesita oxígeno, con lo cual el humo desprendido pesaría más de lo que él creía, pero no está mal para planteárselo a principios del siglo XVII, antes de que se establecieran los principios de la química moderna. Por otro lado, en aquella época no se conocían las balanzas de precisión, lo que haría menos fiable su resultado.


miércoles, 25 de enero de 2012

Dos no se pelean si uno no quiere

Refrán con el que s equiere indicar que uno no va a responder a las provocaciones de otra persona o recomienda, como consejo a alguien que se haya inmerso en alguna relación difícil, que así lo haga. Este dicho parte del supuesto, tal vez simplista, de que las discusiones se producen porque dos personas tienen más ganas que motivos para discutir y basta con que uno no entre en la provocación del otro, no responda a sus ofensas, para que no haya disputa termine.

También Dos no discuten si uno no quiere.

Ejemplos:

"Todos tenemos que insistir en que dos no se pelean si uno no quiere. Se ha alimentado en estos días mucho la violencia y la agresividad, se ha echado gasolina donde sólo se admitía mucha agua y de algún modo hemos provocado a los violentos", explicó Juande.

El presidente del Gobierno de La Rioja , Pedro Sanz Alonso, recordó ayer el dicho popular según el cual «dos no discuten si uno no quiere». Sus palabras llegaron después de que los periodistas le preguntaran sobre la polémica desatada esta semana por la patronal de la construcción, que divulgó dos comunicados con contundentes críticas al Ejecutivo regional por su intención de promover una 'ecociudad' en el entorno de Logroño. «Yo soy de los que no quieren discutir y no tengo nada más que decir a esa cuestión», en referencia a las acusaciones lanzadas por la CPAR.

martes, 24 de enero de 2012

Tirar los trastos o tirarse los trastos

Hay veces en que el reflexivo “se” cambia el significado de un verbo de manera fundamental, esta vez su presencia o ausencia da dos frases hechas de significado totalmente distinto.

Si dos (o más) personas se tiran los trastos es que se pelean, que discuten vehemente e incluso violentamente, especialmente si se tiran los trastos a la cabeza.

Sin embargo, cuando una persona le tira los trastos a otra es que intentan ligar, intimar con ella, seducirla. Esta segunda forma está probablemente influida por la más habitual “tirar los tejos”, y ha hecho que se diga de esta manera también.

Ejemplos:

El presidente del Govern, José Ramón Bauzá, ha extendido la mano a los partidos de la oposición mostrándoles su disposición a alcanzar con ellos acuerdos y pactos, si ello se produce "con una oposición constructiva y responsable", que es la que a su juicio "se merecen los ciudadanos, que no quieren ver cómo los políticos se tiran los trastos a la cabeza".

"Algunos te tiran los trastos, pero se liga muy poco siendo guapa y famosa, te lo aseguro". Así se manifestaba en más de una ocasión Soraya Arnelas,


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...