No hay que dejar que el juego nos endeude ni emplear en él ningún recurso que nos sea necesario ni pensar que jugando vamos a encontrar remedio a ningún problema económico.
Yo, como muchas personas, confieso que juego de tanto en tanto, lo típico, un eurillo semanal con los compañeros de trabajo en "la primitiva", a veces compro un décimo o echo algún boleto muy de tanto en tanto; en Navidad juego más de lo que me gustaría: entre mi mujer y yo gastamos más de 100 euros en este sorteo año tras año... Pero es dinero que sé que voy a perder y con el que ya no cuento y dinero que no me hace falta para otras cosas; sé que no hay lotería que te saque de pobre y que la mejor lotería, trabajar día a día. Pero, sobre todo, sé que el que juega por necesidad, pierde por obligación.
Aun así, siempre nos queda algo de esperanza en que la probabilidad se equivoque y nos toque un pellizco.
Yo, como muchas personas, confieso que juego de tanto en tanto, lo típico, un eurillo semanal con los compañeros de trabajo en "la primitiva", a veces compro un décimo o echo algún boleto muy de tanto en tanto; en Navidad juego más de lo que me gustaría: entre mi mujer y yo gastamos más de 100 euros en este sorteo año tras año... Pero es dinero que sé que voy a perder y con el que ya no cuento y dinero que no me hace falta para otras cosas; sé que no hay lotería que te saque de pobre y que la mejor lotería, trabajar día a día. Pero, sobre todo, sé que el que juega por necesidad, pierde por obligación.
Aun así, siempre nos queda algo de esperanza en que la probabilidad se equivoque y nos toque un pellizco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario