martes, 13 de marzo de 2012

En martes y trece, ni te cases ni te embarques, ni de tu casa te alejes

Sé que es mucho más popular la forma corta de este refrán que dice En martes, ni te cases ni te embarques, pero he puesto de título la más larga para traer este conocido refrán, que advierte a los supersticiosos de lo malo que puede resultar lo emprendido en martes, y más si este cae en trece. Pero sobre esto hay mucho que decir. Vayamos por partes.

¿Por qué trae mala suerte el número trece?

Parece ser que la explicación viene del cristianimos, ya que, atendiendo al Nuevo Testamento, 13 eran las personas sentadas a la mesa de la Última Cena y una de ellas, Jesús, murió; otro de los comensales, Judas, se suicidó poco después. Este número se asocia como de mala suerte por los supersticiosos a cualquier situación, pero en particular vi a una persona levantarse de una mesa, negándose a cenar con los demás por ser este el número de compañeros que nos habíamos reunido.

Etnológicamente se ha relacionado con tradiciones vikingas y de otras culturas, probablemente menos influyentes en el pensamiento occidental. Lo que parece más seguro es que esta superstición se extendió en la Edad Media por toda Europa y tan extendida está que da nombre incluso a una fobia, la triscaidecafobia.

¿Por qué traen mala suerte los martes?

En este caso nos hemos de remontar al hecho de que este sea el día consagrado a Marte, el dios romano de la guerra y, por tanto, asociado a la destrucción que esta provoca. Este día de mal augurio para los romanos pasó

¿Y el martes y trece?

De los dos puntos anteriores, se une que días como el de hoy, martes y trece, sean considerados como nefastos... ¿en todas partes? No, evidentemente, el mundo anglosajón, por ejemplo, mantiene el número 13, pero cambia el día a viernes, dado que ellos no estuvieron tan romanizados y algunos dicen que por unir este día a la diosa llamada Frigga o Frigg. Esto no explicaría que el viernes tenga tradición de "día maldito" en países como Italia (Chi comincia l'opera di venerdì o gli va male o la lascia lì, Quien empieza obra en viernes o le va mal o no la acaba). Lo bien cierto es que las supersticiones tienen la característica principal de ser aleatorias y eso sí se cumple.

¿Bodas y barcos?

En el refranero esta prudencia que debemos guardar supersticiosamente se relaciona sobre todo (aunque no únicamente, como más abajo podéis observar en las variantes) con el hecho de casarse y de embarcarse, ya que se trata de decisiones vitales sumamente importantes de las que dependerá el resto de nuestra vida y que, en un sentido o en otro, la cambiarán. Por ello debemos ser cuidadosos, y esto es cierto, a la hora de elegir nuestra pareja, igual que antiguamente, cuando se estaba más a merced de los elementos, había de serlo quien embarcara. Otros menesteres con los que se relaciona es el vestido o la matanza.

Las variantes son numerosas
  • En trece y martes ni te cases ni te embarques ni vayas a ninguna parte.
  • En trece y martes, ni te cases ni te embarques.
  • Día martes, ni te cases ni te embarques.
  • El martes, ni te cases ni te embarques
  • En martes, ni te cases ni te embarques, ni de tu familia te apartes.
  • En martes no emprendas viaje.
  • En martes no te cases ni te embarques, ni tu puerco mates. Añade, como otras formas, la matanza como empresa capital para el bienestar familiar y para la que hay que tener la suerte de cara.
  • En martes, ni tela urdas ni hija cases; ni las lleves a confesar que no dirán la verdad.
  • En martes, ni tu casa mudes, ni tu hija cases, ni tu ropa tajes. En estos dos últimos ya aparece tanto el hecho de ser los padres los que han de velar por el matrimonio de los hijos, como el encargo o confección de la ropa como otra tarea doméstica de importancia.
  • En martes, ni tu hijo cases ni tu cerdo mates.
  • En martes, ni tu tela urdas ni tu hija cases.
  • En martes, ni tela urdas ni hija cases. Pero échale a la tela buen ovillo y a la hija buen marido, y sea martes, sábado o domingo.
  • En viernes ni en martes, ni tu casa mudes, ni tu hija cases, ni tu viña podes, ni tu ropa tajes.
  • En viernes y martes ni te cases ni te embarques. Este y el anterior tal vez por influencia del italiano Né di venere né di marte, né si sposa né si parte.
  • Hoy es martes, ni te cases ni te embarques.
  • Martes, ni te cases ni te embarques.
  • Martes, ni te cases ni te embarques, ni de tu familia te apartes.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

En la antigua Grecia ya era tabú lo de casarse o emprender un viaje en las fechas destinadas a Marte, dios de la guerra.

Empezar un matrimonio en un día designado a Marte (o con una ofrenda a dicho Dios) presagiaba que habría desencuentros y conflictos entre los novios, de igual modo que comenzar un viaje, era signo de mal agüero (a no ser que fuera una campaña militar)

Résped dijo...

Gracias por la aportación. Solo comentar que los griegos llamaban Ares a su dios de la guerra, si mal no recuerdo.

Ensada dijo...

Efectivamente, Ares junto con Atenea eran los dioses griegos de la guerra. Marte es el correspondiente en la mitología romana a Ares, más o menos, ya que Marte era originalmente un dios etrusco.

Y en otro orden de cosas, la fama de mala suerte del número trece puede venir de un intento consciente de brujos, chamanes y demás peña, al objeto de que los profanos no gastasen lo que, en realidad, para ellos era un número de la suerte, según leí no sé donde :P

Résped dijo...

ESta última explicación tendría su gracia incluso: psicología inversa.

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