Usamos este refrán para indicar que queremos algo meridianamente claro, sin que deje lugar a dudas o que estamos exponiendo algún asunto sin dobleces ni medias palabras y llamando a las cosas por su nombre.
Al parecer el origen de la expresión sería la discusión entre los partidarios de tomar el chocolate con más o con menos cacao, o sea, más espeso o más aguado. La forma de tomarlo más espeso se ha llamado "a la española" y, cuando está más aguado, se le llama "a la francesa", por suponer que esta es la forma en la que les agrada en ese país. Más allá del modo en que nos guste el chocolate, el refrán se suele usar en sentido figurado y rara vez para indicar una preferencia por la forma de tomar el chocolate.
En cuanto a las variantes, también se dice El agua clara y el chocolate espeso, referido a cómo se debe tomar cada uno de estos líquidos; en otro orden de cosas, aplicado a la transparencia debida en la contabilidad de cualquier empresa común, se dice Las cuentas claras y el chocolate espeso.
Imagen: Chocolate, por Marina Eäriël. Original aquí.
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