La canción que el próximo sábado representa a RTVE en el festival de Eurovisión se titula "Que me quiten lo bailao" y la interpretará Lucía Pérez. Aunque he de confesar que no he visto en mi vida este concurso e incluso que soy de los que opinan que va algo sobrado de caspa, voy a aprovechar para comentar esta frase hecha.
Con esta frase indicamos que no nos importa lo que suceda en el futuro frente a la diversión o buenos ratos ya disfrutados o a punto de disfrutar. Puede servir para despreciar las consecuencias negativas de esta diversión frente a lo positivo de esta. Es evidente que lo disfrutado ya es imposible de quitar, al no ser algo material y a esto hacemos referencia.
Puede usarse con cualquier pronombre: ¡Que nos quiten lo bailao! ¡Que te quiten lo bailao! etc.
Se cuenta como origen de esta expresión la anécdota de unos novios que habían contratado un local para bailar una hora; pero, ante el éxito, alargaron la fiesta otra hora. A la hora de cobrar, el dueño les pidió el doble y ellos no quisieron pagar, llegando a decirle así al hombre: "Quítanos lo bailao".
Otra explicación que recoge Alberto Buitrago dice que un mesonero contrató a un bailaor, que, a petición del público, alargó la actuación, queriendo luego cobrar doble. El mesonero no quería pagar y esto le habría dicho el bailaor.
Con esta frase indicamos que no nos importa lo que suceda en el futuro frente a la diversión o buenos ratos ya disfrutados o a punto de disfrutar. Puede servir para despreciar las consecuencias negativas de esta diversión frente a lo positivo de esta. Es evidente que lo disfrutado ya es imposible de quitar, al no ser algo material y a esto hacemos referencia.
Puede usarse con cualquier pronombre: ¡Que nos quiten lo bailao! ¡Que te quiten lo bailao! etc.
Se cuenta como origen de esta expresión la anécdota de unos novios que habían contratado un local para bailar una hora; pero, ante el éxito, alargaron la fiesta otra hora. A la hora de cobrar, el dueño les pidió el doble y ellos no quisieron pagar, llegando a decirle así al hombre: "Quítanos lo bailao".
Otra explicación que recoge Alberto Buitrago dice que un mesonero contrató a un bailaor, que, a petición del público, alargó la actuación, queriendo luego cobrar doble. El mesonero no quería pagar y esto le habría dicho el bailaor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario