Tenemos bastantes refranes que elogian la amistad y los lazos de sangre, otros que los vituperan y otros, como este, que muestran preferencia hacia uno u otro lado. En este caso se toma partido por los amigos, con el argumento de que son las personas con los que uno elige estar, mientras que, esto es cierto, la familia es la que es y no podemos hacer nada para cambiarla. El refrán cobra sentido cuando hay disputas familiares y separación de los lazos de sangre.
1 comentario:
Tres intiresno, gracias
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