También Un ojo a la sartén y otro a la gata. Aconseja no dejar de vigilar a quien no sea de confianza por mucho que se tengan cosas de las que ocuparse; muchas veces conviene estar atento en varios frentes para no perder comba y este refrán nos recuerda que así debe hacerse, no dejando una tarea por atender a otra si de ambas es necesario ocuparse.
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