Es san Sebastián un santo de gran predicamento, tanto que una de las principales capitales de España lleva su nombre. Su representación, asaeteado, la podemos admirar en la mayoría de catedrales de nuestro país y en muchas de sus iglesias y por eso le da el refranero preeminencia entre los santos de su día (Fabián, Eutimio y Neófito).
Yo, sin embargo, no puedo cuando oigo nombrar a este mártir acordarme de esos versos satíricos del siglo de oro, que dicen:
A veces se suele decir con la siguiente coletilla: A veinte de enero san Sebastián el primero. Detente, varón, que primero es san Antón, para recordar que este santo se celebra tres días antes, el 17 de enero. En todo caso, se trata de refranes cronológicos, usados para recordar el calendario.
Francisco Rodríguez Marín, en sus 100 refranes andaluces, también recoge la coletilla Detente, bruto, que primero es san Canuto, que se celebra el día 19.
Yo, sin embargo, no puedo cuando oigo nombrar a este mártir acordarme de esos versos satíricos del siglo de oro, que dicen:
¡Oh, glorioso San Sebastián,
traspasado de saetas,
qué no fuera tu alma mía
y tu cuerpo de mi suegra!
A veces se suele decir con la siguiente coletilla: A veinte de enero san Sebastián el primero. Detente, varón, que primero es san Antón, para recordar que este santo se celebra tres días antes, el 17 de enero. En todo caso, se trata de refranes cronológicos, usados para recordar el calendario.
Francisco Rodríguez Marín, en sus 100 refranes andaluces, también recoge la coletilla Detente, bruto, que primero es san Canuto, que se celebra el día 19.
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