Más que de refranes de fútbol, hoy vamos a hablar de unas pocas frases hechas, frases en las que a veces se puede rastrear a su autor, pero que en todo caso han quedado convertidas en tópicos que se repiten sin cesar.
Porque, ¿quién no ha oído decir que el fútbol son once contra once para significar que cualquier partido se puede complicar? Pues efectivamente, no hay que menospreciar a ningún rival, igual que encontramos en el otro tópico: no hay enemigo pequeño.
Y aunque tengo preparados más de este tipo, quiero comenzar por algunas de las frases atribuidas a Vujadin Boskov, muchas de las cuales forman parte del lenguaje cotidiano de este deporte:
Fútbol es fútbol da a entender que cualquier cosa es posible en este deporte y que no tiene nada que ver con otros deportes, ni con otras cosas de la vida.
El fútbol es imprevisible porque todos partidos empiezan cero a cero, simplificada en todos los partidos empiezan cero a cero, para indicar la posibilidad de que los pequeños ganen a los grandes.
Y acabo la entrada de hoy con otra perogrullada, tan evidente como repetida: Ganar es mejor que empatar. Empatar es mejor que perder. Con esta frase justificaba Boskov su fútbol defensivo y resultadista que buscaba sobre todas las cosas conseguir algún punto, sin importarle el espectáculo.
Relacionado: Refranes de fútbol II.
Porque, ¿quién no ha oído decir que el fútbol son once contra once para significar que cualquier partido se puede complicar? Pues efectivamente, no hay que menospreciar a ningún rival, igual que encontramos en el otro tópico: no hay enemigo pequeño.
Y aunque tengo preparados más de este tipo, quiero comenzar por algunas de las frases atribuidas a Vujadin Boskov, muchas de las cuales forman parte del lenguaje cotidiano de este deporte:
Fútbol es fútbol da a entender que cualquier cosa es posible en este deporte y que no tiene nada que ver con otros deportes, ni con otras cosas de la vida.
El fútbol es imprevisible porque todos partidos empiezan cero a cero, simplificada en todos los partidos empiezan cero a cero, para indicar la posibilidad de que los pequeños ganen a los grandes.
Y acabo la entrada de hoy con otra perogrullada, tan evidente como repetida: Ganar es mejor que empatar. Empatar es mejor que perder. Con esta frase justificaba Boskov su fútbol defensivo y resultadista que buscaba sobre todas las cosas conseguir algún punto, sin importarle el espectáculo.
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