Buena carga de ironía encontramos en estos "males", hartarse y sestear, males de los que pocos reniegan. Este se usa tanto para justificar una cabezadita tras la comida como para burlarse livianamente de quien la echa o de quien tras la comida dice aquello de "No sé qué me pasa, que tengo sueño".
No hay comentarios:
Publicar un comentario