jueves, 12 de octubre de 2017
Sacar con una espuerta al sol
Sacar con una espuerta al sol o, más generalmente estar uno para que lo saquen con una espuerta al sol significa que uno está muy enfermo, que está hecho polvo. Se dice para hacer ver que las personas no tienen buena salud, especialmente cuando se trata de un estado terminal.
sábado, 18 de julio de 2015
Estar en un ay
Se dice que estamos en un ay cuando nos puede la inquietud, cuando el resultado incierto de algo no nos deja estar tranquilos.
Ejemplo: Nuestro hijo Juan nos tiene en un ay hasta que sepamos cómo acaba el curso.
No confundir con la expresión estar hecho un ay de mí, que significa tener mucha pena, padecer de continuo, estar triste.
domingo, 9 de marzo de 2014
Cada uno en su arte
Cada uno en su arte es un refrán que significa que las personas deben ocuparse de lo que conocen y no inmiscuirse en los oficios de los demás, de los que probablemente no entiendan, como le sucedió al zapatero que, criticando el arte del pintor Apeles, dio lugar a la frase Zapatero a tus zapatos.
Así lo afirma Esopo en la fábula El cuervo, el águila y el pastor, que tiene como moraleja la siguiente: Pon tu esfuerzo y dedicación en lo que realmente estás preparado, no en lo que no te corresponde. El texto de esta fábula es el siguiente:
Así lo afirma Esopo en la fábula El cuervo, el águila y el pastor, que tiene como moraleja la siguiente: Pon tu esfuerzo y dedicación en lo que realmente estás preparado, no en lo que no te corresponde. El texto de esta fábula es el siguiente:
Lanzándose desde una cima, un águila arrebató a un corderito. La vio un cuervo y tratando de imitar al águila, se lanzó sobre un carnero, pero con tan mal conocimiento en el arte que sus garras se enredaron en la lana, y batiendo al máximo sus alas no logró soltarse.
Viendo el pastor lo que sucedía, cogió al cuervo, y cortando las puntas de sus alas, se lo llevó a sus niños.
Le preguntaron sus hijos acerca de que clase de ave era aquella, y les dijo:
- Para mí, sólo es un cuervo; pero él, se cree águila.
miércoles, 5 de marzo de 2014
No muestres ni al más amigo los lunares de tu ombligo
No muestres ni al más amigo los lunares de tu ombligo es una advertencia contra la excesiva confianza, pues muchas veces los que hoy se dicen nuestros amigos otro día no dudan en ponerse en nuestra contra y, si conocen nuestros más íntimos secretos, podrán utilizarlos para nuestro daño.
martes, 4 de marzo de 2014
El que amenaza pierde la ocasión de la venganza
El que amenaza pierde la ocasión de la venganza es un refrán que se usa para sugerir que no se haga alarde de la enemistad que hacia otro se tiene, pues este podría andar más apercibido, obstaculizando el propósito de dañarle.
Creo firmemente que son las pasiones humanas las que mueven el mundo y, entre ellas, no es la venganza una de las menores; por eso la temo y la evito. Este refrán aconseja a los vengativos que actúen de forma sibilina para poder así hacer más daño a quien odian.
Y es que en esto de hacer daño cualquiera se las pinta estupendamente y debemos temer a cualquiera (ya dicen los futboleros que no hay enemigo pequeño) y encontramos otro dicho que nos advierte de que En la venganza, el más débil es siempre el más feroz, porque los débiles o los que se encuentran acorralados se vuelven fieros y terribles. En cualquier caso, si no lo creen como yo, permítanme recordarles al fabulista clásico Esopo:
Creo firmemente que son las pasiones humanas las que mueven el mundo y, entre ellas, no es la venganza una de las menores; por eso la temo y la evito. Este refrán aconseja a los vengativos que actúen de forma sibilina para poder así hacer más daño a quien odian.
Y es que en esto de hacer daño cualquiera se las pinta estupendamente y debemos temer a cualquiera (ya dicen los futboleros que no hay enemigo pequeño) y encontramos otro dicho que nos advierte de que En la venganza, el más débil es siempre el más feroz, porque los débiles o los que se encuentran acorralados se vuelven fieros y terribles. En cualquier caso, si no lo creen como yo, permítanme recordarles al fabulista clásico Esopo:
El águila, la liebre y el escarabajo
Estaba una liebre siendo perseguida por un águila, y viéndose perdida pidió ayuda a un escarabajo, suplicándole que le salvara. Le pidió el escarabajo al águila que perdonara a su amiga. Pero el águila, despreciando la insignificancia del escarabajo, devoró a la liebre en su presencia.
Desde entonces, buscando vengarse, el escarabajo observaba los lugares donde el águila ponía sus huevos, y haciéndolos rodar, los tiraba a tierra. Viéndose el águila echada del lugar a donde quiera que fuera, recurrió a Zeus pidiéndole un lugar seguro para depositar sus futuros pequeñuelos.
Le ofreció Zeus colocarlos en su regazo, pero el escarabajo, viendo la táctica escapatoria, hizo una bolita de barro, voló y la dejó caer sobre el regazo de Zeus. Se levantó entonces Zeus para sacudirse aquella suciedad, y tiró por tierra los huevos sin darse cuenta. Por eso desde entonces, las águilas no ponen huevos en la época en que salen a volar los escarabajos.
Moraleja: Nunca desprecies lo que parece insignificante, pues no hay ser tan débil que no pueda alcanzarte.
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