El punto extremo de la avaricia es el privarse a uno mismo o a sus allegados de las comodidades de la vida, e incluso de lo necesario por no gastar dinero. Es insano, nos dice el refrán, privarse de lo que de bueno puede darnos la vida para amasar dinero que "llevarnos a la tumba". Así pues, disfrutemos lo que podamos ante la posibilidad cierta de que mañana nada nos quedará.
Variante:
Relacionado: Mala olla y buen testamento.
Variante:
- Nadie debe vivir pobre para morir rico.
- Nunca vivas pobre para morir rico.
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