Refrán que indica la mudabilidad de la fortuna y puede usarse como exclamación cuando esta hace en alguien o algunos gran mudanza en su clase o estado. Cabe destacar la forma "abajar", ya en desuso, resaltando también el aspecto arcaico los pronombres unidos al verbo.
Según Refranes de la lengua castellana (1815) este refrán "advierte de la inconstancia y variedad de las fortunas del mundo".
Jerónimo Martín Caro, en su Refranes y modos de hablar castellanos (1792) recoge también la forma Abájanse los adarves y álzanse los muladares (adarve, parte más alta de los castillos; muladar, basurero) y afirma que "reprehenden estos refranes la soberbia de algunas personas, cuyos principios y orígenes fueron bajísimos, viendo la llaneza y humildad de otras personas, a las cuales de muy atrás les viene la nobleza y lustre".
Según Refranes de la lengua castellana (1815) este refrán "advierte de la inconstancia y variedad de las fortunas del mundo".
Jerónimo Martín Caro, en su Refranes y modos de hablar castellanos (1792) recoge también la forma Abájanse los adarves y álzanse los muladares (adarve, parte más alta de los castillos; muladar, basurero) y afirma que "reprehenden estos refranes la soberbia de algunas personas, cuyos principios y orígenes fueron bajísimos, viendo la llaneza y humildad de otras personas, a las cuales de muy atrás les viene la nobleza y lustre".