Ni con cada mal al cirujano, ni con cada pleito al letrado, ni con cada sed al jarro

Tres consejos que nos remiten a un mismo lugar: tener paciencia. El primero nos aconseja no ser hipocondriacos y no andar al médico por los pequeños malestares; el segundo, no andar pleiteando por naderías, recordando que un pleito trae consigo ciento y estos a quien más benefician es a los abogados; por último, hay una crítica contra el exceso en la bebida, ya que hay otras formas de calmar la sed no alcohólicas y mejores para la salud.

Manjar sin sal, el diablo se lo puede quedar

La sal es un condimento esencial en la cocina y una molécula esencial para la vida; los alimentos que carecen de este elemento nos resultan sosos, insulsos, ya que el salado es uno de los llamados sabores básicos, estimula el apetito y hace que los alimentos tengan mejor sabor.

También se dice Manjar sin sal, sabe mal y hace mal, con el mismo sentido, el de abominar de los platos sosos, puesto que su sabor se ve muy mermado sin ella.

Sin embargo, tampoco hay que pasarse, y cuidar su exceso, que provoca hipertensión. Relacionado: Muchos cocineros hacen salada la sopa.

Los largos sermones, más mueven culos que corazones

Aconseja brevedad en nuestros argumentos pues, alargándonos, no conseguiremos convencer más sino impacientar y hasta ahuyentar a quien nos escucha.

En este sentido bien decía Wittgenstein que "lo que se sabe se puede decir brevemente y, sobre lo que no se sabe, mejor es callarse."