Con este refrán se alude a quien, además de hacer gratis un trabajo, este le cuesta dinero de su propio bolsillo, al tener que poner los materiales que se usen en él. Se puede usar que se está abusando de alguien, también para pagar o pedir que se paguen los costes de algún asunto, en especial si es un favor.
El Campillo o Campillo es el nombre de diversas localidades españolas con lo que tenemos las formas El sastre de El Campillo, El sastre de Campillo y El sastre del Campillo e incluso El sastre del campillo, sin referencia a ninguna población, todas ellas igual de válidas ya que el nombre de la población tiene función estética, en la rima.
La locución adverbial "de balde", que significa gratis, viene del árabe clásico, batil, a través del árabe hispánico, y ya en su origen significa vano o inútil.
Aunque en desuso, existe un sinónimo de sastre, alfayate, y esta palabra se usa en algunas variantes de este refrán:
Se han publicado varias obras con el título de este refrán, entre otras:
El Campillo o Campillo es el nombre de diversas localidades españolas con lo que tenemos las formas El sastre de El Campillo, El sastre de Campillo y El sastre del Campillo e incluso El sastre del campillo, sin referencia a ninguna población, todas ellas igual de válidas ya que el nombre de la población tiene función estética, en la rima.
La locución adverbial "de balde", que significa gratis, viene del árabe clásico, batil, a través del árabe hispánico, y ya en su origen significa vano o inútil.
Aunque en desuso, existe un sinónimo de sastre, alfayate, y esta palabra se usa en algunas variantes de este refrán:
- El alfayate de la Adrada que ponía el hilo de su casa.
- El alfayate de la encrucijada pone el hilo de su casa.
- El alfayate de la esquina, que ponía hasta el hilo de su casa.
- El alfayate del cantillo, hacía la costura de balde y ponía el hilo.
- Como el sastre de Campillo, que cosía de balde y ponía el hilo.
- Como el sastre del Campillo y la costurera de Miera, que el uno ponía manos e hilo, y la otra trabajo y seda.
Se han publicado varias obras con el título de este refrán, entre otras:
- El sastre del Campillo, de Fernando Santos, publicada en 1685.
- El sastre del Campillo, de Eduardo Palacios, publicada en 1863. Se trata de una obra teatral en un acto, en verso, que trata el tema de las personas desagradecidas con muy poca calidad literaria.
- El sastre del Campillo, de Eduardo Zamora, de 1867. De argumento muy simple, esta obra teatral en un acto, también en verso, muestra como un sobrino se enamora y da palabra de boda a quien iba a ser su tía.
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