Refrán que se pone en boca de quien da a los demás tareas molestas, duras o fastidiosas, reservándose las más sencillas y que menos incomodidad. La imagen es muy gráfica, encomendando a uno rebuscar entre los cardos para luego cogerlo de sus manos.
Imagen: Cardo, de Cruccone. Original aquí.
Imagen: Cardo, de Cruccone. Original aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario