La vida es dar y tomar, pero aquellas personas que son avaras, que son egoístas, no deben luego esperar de los demás generosidad de ningún tipo. Este refrán así nos lo recuerda, siendo las manos la sinécdoque (la parte por el todo) de la persona que no da nada, mientras espera que los demás sí que tengan largueza para con ellos.
También Manos que recibís y no dais, ¿qué esperáis?
También Manos que recibís y no dais, ¿qué esperáis?
1 comentario:
Son tan egoístas, que sé piensan que todo sé lo merece...
Hasta que sé le acaba el chollo!!!
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