Refrán para justificar el almacenamiento de objetos; objetos inútiles en su mayor parte, dirán los poco aficionados a este almacenaje, pero que más tarde pueden tener su utilidad, dice este refrán. Lo bien guardado puede más adelante encontrarse y no lo que se ha tirado, pudiendo sacar de un apuro lo que en otro momento parecía inútil.
Variantes:
Antónima de este refrán es la forma Quien guarda, para otro guarda, que se dice para desconfiar que el ahorro sirva a quien lo hace, sino a sus herederos o, peor aún, a los ladrones, que gastarán lo guardado.
Variantes:
- Quien guarda, halla, y quien cría, mata.
- Quien guarda, halla, si la guarda no es mala.
- Quien guarda, halla, si la guarda no es mal.
- El que guarda, halla.
- El que guarda, siempre encuentra.
- El que guarda, siempre tiene.
Antónima de este refrán es la forma Quien guarda, para otro guarda, que se dice para desconfiar que el ahorro sirva a quien lo hace, sino a sus herederos o, peor aún, a los ladrones, que gastarán lo guardado.
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