Es este un típico refrán supersticioso que supone que unas cosas son señales de otras y que el hecho de que llueva el día de Año Nuevo va a suponer algún tipo de presagio, malo en este caso, sobre lo por venir.
No lo crean, entre como entre el año, disfruten y hagan disfrutar a sus seres queridos y yo les auguro que este será buen año... y el que viene, también.
Variante: El mal año entra nadando.
No lo crean, entre como entre el año, disfruten y hagan disfrutar a sus seres queridos y yo les auguro que este será buen año... y el que viene, también.
Variante: El mal año entra nadando.
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