Refrán para escépticos que no crean en las relaciones humanas, de los cuales hay no pocos, que desconfiando de sus semejantes difícilmente creen en estos sentimientos altruistas. Es cierto que ambos, amistad y amor, son difíciles de encontrar y que traicionados en uno u otro sentido, cuando no en los dos a la vez, no es raro que demos en pensar de esta manera; para estos momentos o para consuelo de quien por ellos pasa, quede este refrán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario