Refleja este refrán el hecho de que en la adversidad podemos contar con muy pocas personas y que nuestros problemas solo son asunto nuestro. Es crudamente cierto que las muertes de nuestros seres más cercanos apenas pueden ser entendidas por nadie y nos quedamos solos con nuestro dolor.
Variantes:
Variantes:
- Cada cual siente sus duelos y poco los ajenos.
- Cada cual siente sus males y Dios siente los de todos. Versión religiosa, que recuerda a los creyentes que solo Dios puede sentir sus verdaderos sentimientos y cuitas.
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