La desconfianza femenina en las promesas de los hombres está muy arraigada en nuestra cultura. Hay que tener en cuenta que el concepto de la liberación femenina es muy reciente y apenas ha incidido en muchos países, mientras que estos refranes y los conceptos que entrañan vienen transmitiéndose desde hace siglos. Hemos pues de situarnos en el concepto del hombre que no pierde nada seduciendo a una mujer y de la mujer que ha de ser guardiana de sí misma, de su llamada "virtud", que no ha de entregarse por promesas vanas pues ella tiene mucho que perder si esas promesas no se cumplen.
Este dicho me lo envía por correo electrónico desde Argentina Daniel Ferrer, que siempre se lo escuchó a su abuela, pero valdría para cualquier territorio en el que se hable español y podríamos ponerlo en boca de cualquiera de nuestras abuelas. A él se lo recordó el que ya incluimos de Juramentos de amor y humo de chimenena, el humo se los lleva.
Este dicho me lo envía por correo electrónico desde Argentina Daniel Ferrer, que siempre se lo escuchó a su abuela, pero valdría para cualquier territorio en el que se hable español y podríamos ponerlo en boca de cualquiera de nuestras abuelas. A él se lo recordó el que ya incluimos de Juramentos de amor y humo de chimenena, el humo se los lleva.
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