Irse al garete significa fracasar un asunto o cualquier cuestión, perderse definitivamente en cualquier fase de su realización. Se usa usualmente con el matiz de acabar de forma desastrosa.
Esta frase ha pasado al lenguaje común desde la jerga del mar, de los marineros, ya que irse al garete una embarcación es quedar a la deriva, es decir, sin gobierno y a merced del viento y de las corrientes.
Según la RAE, este término podría venir del francés etré-égaré, que significa "andar extraviado".
Ejemplos de uso:
Esta frase ha pasado al lenguaje común desde la jerga del mar, de los marineros, ya que irse al garete una embarcación es quedar a la deriva, es decir, sin gobierno y a merced del viento y de las corrientes.
Según la RAE, este término podría venir del francés etré-égaré, que significa "andar extraviado".
Ejemplos de uso:
El objetivo del cumplimiento del déficit es "estrictamente obligatorio y lo vamos a hacer", ha dicho hoy el consejero de Economía y Hacienda, Álvaro Miranda, quien ha afirmado que "si no recortamos nos vamos al garete, no sólo Navarra, todos".
Estábamos convencidos de que aunque el decreto y sus medidas no son buenas, no aprobarlo sería peor para todos; este país se hubiera ido al garete.
Es una institución sin director, que anda al garete desde hace tres meses.
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