Traducción: San Blas glorioso, deja al niño y llévate la tos.
Traigo de nuevo un refrán valenciano, en concreto este refrán pertenece al mundo de las supersticiones medievales, muchas veces resumidas en forma de pequeña oración; se trata de la invocación a un santo que fue médico, y que además tiene su conmemoración a principios de febrero (día 3).
Blas de Sebaste (en la foto, cuadro de san Blas por Hans Memling, traído de aquí) fue, además de médico, un obispo turco que, al parecer, salvó la vida de un niño que se ahogaba al trabársele en la garganta una espina de pescado y este sería el origen de la costumbre de bendecir con este refrán-oración las gargantas de los niños.
El culto a este santo sigue muy activo en la Comunidad Valenciana y, en general, está muy extendido por toda España y algunas zonas de América. Cuento un caso particular: en la localidad valenciana de Potries se guarda, dentro de una cajita de plástico, un trozo de hueso atribuido legendariamente a san Blas, el cual en su festividad se pasa por la garganta de los niños recitando este refrán oración.
Traigo de nuevo un refrán valenciano, en concreto este refrán pertenece al mundo de las supersticiones medievales, muchas veces resumidas en forma de pequeña oración; se trata de la invocación a un santo que fue médico, y que además tiene su conmemoración a principios de febrero (día 3).
Blas de Sebaste (en la foto, cuadro de san Blas por Hans Memling, traído de aquí) fue, además de médico, un obispo turco que, al parecer, salvó la vida de un niño que se ahogaba al trabársele en la garganta una espina de pescado y este sería el origen de la costumbre de bendecir con este refrán-oración las gargantas de los niños.
El culto a este santo sigue muy activo en la Comunidad Valenciana y, en general, está muy extendido por toda España y algunas zonas de América. Cuento un caso particular: en la localidad valenciana de Potries se guarda, dentro de una cajita de plástico, un trozo de hueso atribuido legendariamente a san Blas, el cual en su festividad se pasa por la garganta de los niños recitando este refrán oración.
Potries, quines alegries!!
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