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lunes, 7 de diciembre de 2009

Muerto el perro se acabó la rabia

El origen de este refrán está en el sacrificio de los animales rabiosos, que sigue siendo práctica común para evitar que la enfermedad de la rabia se propague. Sin embargo, a nadie se le escapa que no por matar a un animal rabioso se ha acabado con la enfermedad.

Este refrán indica que se ha tomado alguna medida radical para acabar con algún problema, pudiendo usarse tanto en sentido positivo como negativo. Veamos un ejemplo en el que el método es eficaz:

-Había voces en contra del jefe de la oposición por los casos de corrupción, pero al cesar a todos los responsables estas voces se acallaron: muerto el perro se acabó la rabia.

Sin embargo veamos un ejemplo en el que se usa como crítica:

-Tras el cese del secretario general del partido se quiso echar tierra sobre el asunto de la corrupción, como si muerto el perro se hubiera acabado la rabia, pero el asunto sigue coleando.

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