Este dicho se suele usar como excusa o disculpa cuando no se ha obtenido aquello que se deseaba. Si otro refrán nos advierte que obras son amores y no buenas razones, lo bien cierto es que hay muchas ocasiones en las que las obras no llegan y no por falta de ganas o de, como se afirma, intención, sino por imponderables, es decir, por causas ajenas a nuestra voluntad.
Ejemplo:
- Me gustaría estar ahí con vosotros para celebrar vuestra boda, pero estaré trabajando ese día y me resultará imposible porque no me dan permiso.
- No te preocupes, la intención es lo que cuenta y te tendremos presente.
Ejemplo:
- Me gustaría estar ahí con vosotros para celebrar vuestra boda, pero estaré trabajando ese día y me resultará imposible porque no me dan permiso.
- No te preocupes, la intención es lo que cuenta y te tendremos presente.
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