Llamo adivinanzas de Perogrullo a aquellas que llevan la respuesta implícita o son conocidas por todo el mundo, de forma que las usamos para indicar que algo que se nos plantea es evidentísimo.
- La mujer del quesero, ¿qué será? Y la casa donde vivía, ¿qué sería? Esta es la que más me gusta y siempre uso en estos casos.
- Este banco está ocupado, por un padre y un hijo. El hijo se llama Juan y el padre ya te lo he dicho.
- Oro parece, plata no es.
Me gustan las adivinanzas que encierran juegos de palabras
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