Mi corresponsal colombiano, Juan, me envía otro refrán de su tierra, Colombia, con la siguiente explicación (algo retocada, con su permiso):
Cada uno debe ser artífice de su propio bienestar y no esperar que nadie se ocupe de ello, porque es poco probable que obtengamos de otro lo que nosotros mismos no somos capaces de procurarnos.
Hace referencia a los pescadores costeños (colombianos), que ensartaban sus capturas en una caña de bejuco, con lo que quiere decir que cada uno pone lo que pesca en su bejuco y luego se lo guisa, sin darle a otro ni esperar tal de los demás.
¡Qué bueno que el Hombre Refranero decidiera publicar una serie de refranes regionales de las Américas! Espero se continúe.
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