Páginas

jueves, 28 de julio de 2011

Ni firmes sin leer, ni hables sin ver

Hay cosas en la vida que el sentido común, igual que el refranero, nos recomiendan no hacer. La primera y más importante es leer lo que firmamos, no por desconfianza, sino por el simple hecho de que aquello en lo que nos compremetemos es para cumplirlo y debemos antes asegurarnos de que entendemos los términos de ese compromiso. Esto, que hoy es importante, lo era mucho más antes, cuando lo que se firmaban eran básicamente los documentos que suponían compromisos vitales importantes, como las hipotecas, los matrimonios, los contratos...

La segunda parte del refrán recomienda no hablar de oídas, no cotillear, hablar de lo que conocemos. Es mejor hablar, añado yo, de lo que conocemos que de lo que vemos, pues incluso mirando con atención, nuestros sentidos nos engañan y hay que ver lo que la gente cree que ha visto. Hay que darle menos importancia a los testimonios visuales y dársela toda al estudio de las cosas y al sentido común.



No hay comentarios:

Publicar un comentario