La abundancia da arrogancia

Dicho que nos recuerda que cuando las cosas le van bien a uno es muy fácil que se sienta en disposición de mirar a los demás por encima del hombro, de tratarlos con superioridad o soberbia. Por el contrario, la necesidad nos hace humildes, nos obliga a tragarnos ese orgullo y pasar por donde no pensamos.