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martes, 14 de junio de 2011

Fiar equivale a regalar y, si no, a regañar

Este es uno de tantos refranes contra los préstamos, indicando lo difícil que será después que el que recibe el préstamo luego lo devuelva sin que se le tenga que reclamar.

Es verdad que hay personas acostumbradas a dejar fiado y este es un gran mal para muchos comercios; también hay aficionados del "sablazo", ese préstamo que se pide a un amigo, familiar o conocido sin previo aviso y con cualquier excusa. Aquellos de mis lectores que han prestado dinero u otros bienes saben que del préstamo muchas veces se sucede la pérdida o, en otras ocasiones, les ha tocado descararse para recuperar lo que era suyo.

Este refrán se suele decir para evitar llegar a ese momento, para prevenir o para justificar no haber fiado.

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