Indica que hay cosas que se pueden hacer de diversas maneras y que no afecta al resultado final empezar por un punto o por otro.
Se trata de una de esas frases que, de tanto repetirlas en la escuela, se nos quedan grabadas y pasan luego al lenguaje coloquial usándose en contextos distintos a aquellos en los que los aprendimos. Cuando aprendemos las reglas que rigen la multiplicación, una de ellas es esta, que nos recuerda que si cambiamos el orden de los números que multiplicamos (factores) no se altera el resultado (producto), así por ejemplo, tanto 6 x 8 como 8 x 6 tienen como resultado 48.
A menudo se cambia su sentido para indicar que hay cosas que sí que deben sucederse de una determinada manera para estar bien.
Se trata de una de esas frases que, de tanto repetirlas en la escuela, se nos quedan grabadas y pasan luego al lenguaje coloquial usándose en contextos distintos a aquellos en los que los aprendimos. Cuando aprendemos las reglas que rigen la multiplicación, una de ellas es esta, que nos recuerda que si cambiamos el orden de los números que multiplicamos (factores) no se altera el resultado (producto), así por ejemplo, tanto 6 x 8 como 8 x 6 tienen como resultado 48.
A menudo se cambia su sentido para indicar que hay cosas que sí que deben sucederse de una determinada manera para estar bien.
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