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jueves, 7 de abril de 2011

¡Quién te ha visto y quién te ve!

Exclamación con la que queremos hacer patentes los cambios que ha habido en una persona, particularmente los cambios de opinión; por eso nos referimos a que causa asombro la comparación entre esa persona antaño y ahora. A veces se le da énfasis, añadiendo una rima, (¡Quién te ha visto y quien te ve, Bartolomé!)

Con un claro sentido de crítica lo usó el parlamentario español de izquierdas, Gaspar Llamazares, para señalarle al presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, un cambio de opinión, por haber pasado de claramente antibelicista en cuanto a la guerra de Irak cuando estaba en la oposición, a apoyar la acción armada contra el libio Gadaffi cuando este atacaba a los insurgentes en su país. (Ver noticia.)

En valenciano, se le añade una curiosa coletilla: Qui t'ha vist i qui et veu, mateta de fenoll! (¡Quién te ha visto y quién te ve, matita de hinojo!) sin otra función que la expresiva.

Miguel Hernández escribió en 1932 una obra teatral, a modo de auto sacramental titulada Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras. También el grupo musical La unión usó este dicho en su tema Vivir al este del Edén.

Un posible origen de este dicho lo da Fray Antonio de Guevara, relacionándolo con la revuelta de los Comuneros: en un pueblo de Ávila había un clérigo de origen vasco, quien apoyaba fervientemente a uno de los líderes de la revuelta, Juan de Padilla, a quien desde el púlpito llegaba a nombrar como "verdadero rey de Castilla, y no el tirano que ahora nos gobierna".

Y así fue hasta que Juan de Padilla apareció con sus tropas por este pueblo y requisó las bodegas y despensas del lugar para abastecer a sus huestes.

En la siguiente homilía tras la partida del comunero, el clérigo cambió su mensaje totalmente: "habéis visto cómo pasó por aquí don Juan de Padilla y cómo sus soldados no me dejaron gallina viva, no tocino, ni estaca, ni tinaja sana. Os digo esto porque, de aquí en adelante, no deberéis rogar a Dios por él, sino por el rey don Carlos y la reina doña Juana, únicos reyes verdaderos...".

Según fray Antonio, la gente comenzó a aplicar la frase ¡quién te ha visto y quién te ve! para referirse al sentimiento que despierta una persona que en un tiempo fue pujante, feliz, sana o rica y ahora se encuentra débil, triste, enferma o pobre.

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