Contra la costumbre de este blog, esta frase con la que titulo hoy la entrada no es un refrán, se trata de una cita. El citado es Manuel Azaña, quien fuera, durante la II República española Jefe del Estado y Presidente del gobierno.
Nos recuerda esta cita la importancia de tomar nuestras propias decisiones puesto que sin libertad nada nos diferencia de los animales. Entiendo que esta libertad se refiere a cada uno propiamente, pero también al respeto que debemos a la libertad de los demás puesto que impedir ser libres a los demás también nos convierte en animales.
Dedicado a los que han luchado en cualquier momento por la libertad de sus semejantes.
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