Nos recuerda este dicho que el mal es fácil de hacer, cualquiera puede hacer daño a los demás con poco esfuerzo y sentirse por ello poderoso. No hay, por tanto, nada de lo que ufanarse cuando hacemos mal a los demás y nada es más falso y triste que esa sensación de dominio que da el acosar o agredir a los demás.
Este refrán me parece muy adecuado en situaciones de maltrato doméstico, mobbing, bullying, etc.
Este refrán me parece muy adecuado en situaciones de maltrato doméstico, mobbing, bullying, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario