Señala que cuando tenemos necesidad no ponemos reparos a la comida que tenemos delante, aunque también puede emplearse en otras ocasiones, como en las relaciones personales, donde a la necesidad de relación con otra persona también se le llama "hambre" (en realidad el hambre puede referirse a cualquier fuerte deseo o apetito).
También lo encontramos con coletilla A buen hambre no hay pan duro, ni falta salsa a ninguno, lo que le emparenta con el refrán No hay mejor salsa que el hambre, que tiene el mismo significado. Este último está muy relacionado con la frase de Cicerón Optimum condimentum est fames ( El mejor ingrediente [de la comida] es el hambre).
Otra coletilla es A buen hambre no hay pan duro, ni se moja en vino puro, señalando que no es necesario ablandarlo de esa antes popular manera por no esperar, por impaciencia.
Otras formas de este refrán son:
También lo encontramos con coletilla A buen hambre no hay pan duro, ni falta salsa a ninguno, lo que le emparenta con el refrán No hay mejor salsa que el hambre, que tiene el mismo significado. Este último está muy relacionado con la frase de Cicerón Optimum condimentum est fames ( El mejor ingrediente [de la comida] es el hambre).
Otra coletilla es A buen hambre no hay pan duro, ni se moja en vino puro, señalando que no es necesario ablandarlo de esa antes popular manera por no esperar, por impaciencia.
Otras formas de este refrán son:
- A buen hambre no hace falta condimento.
- A buen hambre no hay mal pan.
- A buen hambre no hay pan malo.
- A hambre de siete días, no hay mal pan.
- Cuando hay hambre, no hay pan duro.
- Donde hay hambre no hay pan duro.
En el segundo párrafo pone habre por hambre.
ResponderEliminarSi tienes rason
EliminarEste es uno de los refranes que más amo.
ResponderEliminarNo solo lo uso en lo referente a la necesidad de alimentar el cuerpo, sino también a la necesidad de alimentar el alma...
Saber aceptar con humildad la comida que nos ofrecen, o la que pongo en la mesa, sobre todo en tiempos de austeridad, es una virtud que trato de transmitir a mi hija.
Corregida la errata, gracias.
ResponderEliminarEdit, creo que la comida, especialmente la del alma, se debe seleccionar bien y no tomarse cualquier cosa por simple hambre. No es moral el que por miedo (miedo al castigo o miedo a la muerte y el vacío) adquiere posturas éticas, cualquiera que estas sean. El ser humano debe ser verdaderamente racional y llegar a querer a su prójimo por verdadero convencimiento. Eso les enseño yo también a mis hijos.
Esto no va en contra de la humildad en las maneras, que comparto. A la mesa que nos inviten no hay que ponerle reparos, así como al que de corazón nos dé algo, hay que tomárselo de la misma manera.
Saludos.
es genial por que me a ido muy util
ResponderEliminar