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lunes, 7 de septiembre de 2009

La belleza y la lozanía son flores de un día

Ya explicamos hace tiempo que ser flor de un día es ser algo efímero que enseguida se marchita. En este caso se recurre a uno de los tópicos más antiguos, el de la belleza efímera, el del tempus fugit, señalando que se trata de algo que poco tarda en irse. Puede servir de advertencia tanto para indicar que se debe disfrutar como que no se presuma de ella en exceso.

Me trae a la memoria un soneto de don Luis de Góngora, en el que anima a disfrutar de la juventud y la lozanía comparándola con oro, lirio, clavel y cristal antes de que se marchite y me permito poner en negrita el tema:

Mientras por competir con tu cabello
oro bruñido el sol relumbra en vano,
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente al lilio bello,

mientras a cada labio, por cogello,
siguen más ojos que a clavel temprano,
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu blanco cuello,

goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lilio, clavel, cristal luciente,

no solo en plata o viola truncada
se vuelva, mas tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.

Variante: La belleza y la lozanía son flores de un solo día.

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