Se trata de un juego de palabras entre dos significados de machacar, el de golpear y aplastar, como se hace con diversas comidas, entre ellas el gazpacho, y el segundo significado, el de porfiar e insistir para conseguir lo que uno quiere.
Tal vez en los tiempos en los que la batidora es un electrodoméstico de uso cotidiano se nos pueda haber olvidado que la preparación de algunos platos, hoy considerados sencillos, era laboriosa sin estos adelantos y llevaba una importante faena manual. Igual, existen personas muy insistentes que pretenden sin argumentos o derecho salirse siempre con la suya y que a la larga suelen conseguirlo a fuerza de porfiar sin descanso: son los pelmas. Pero no importa lo que los demás pensemos de ellos, no dejarán de insistir pues muchas veces, aunque sea por aburrimiento nuestro, se salen con la suya, con lo que se ven reforzados.
Por supuesto y como casi siempre que el refrán puede tener doble lectura: en positivo y en negativo, animando a insistir para conseguir o un fruto o señalando a quien se pasa de insistente; cójase en cada ocasión, según proceda.
Tal vez en los tiempos en los que la batidora es un electrodoméstico de uso cotidiano se nos pueda haber olvidado que la preparación de algunos platos, hoy considerados sencillos, era laboriosa sin estos adelantos y llevaba una importante faena manual. Igual, existen personas muy insistentes que pretenden sin argumentos o derecho salirse siempre con la suya y que a la larga suelen conseguirlo a fuerza de porfiar sin descanso: son los pelmas. Pero no importa lo que los demás pensemos de ellos, no dejarán de insistir pues muchas veces, aunque sea por aburrimiento nuestro, se salen con la suya, con lo que se ven reforzados.
Por supuesto y como casi siempre que el refrán puede tener doble lectura: en positivo y en negativo, animando a insistir para conseguir o un fruto o señalando a quien se pasa de insistente; cójase en cada ocasión, según proceda.
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