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domingo, 12 de abril de 2009

Vergüenza y virgo perdidos, por siempre idos

Hay cosas que son irrecuperables, ya que una vez usadas dejan de existir. Así ocurre con la virginidad, ya que solo se puede decir que se tiene mientras no se ha practicado el sexo, una vez esto pasa, se podrá remedar, como advertíamos en Cabellos y virgos, muchos son postizos, pero es truco. Lo mismo pasa, afirma este refrán, ajustado a la experiencia, con la vergüenza. Es cierto que a veces cuesta algo por vergüenza, pero una vez esta se vence una vez, encontramos que va costando menos vencerla y que con facilidad se pide lo que antes no se podía.

Se usa para reprender el abuso, aconsejando recordar la vergüenza inicial para no caer en su contrario: la desvergüenza.

Esiste una forma alternativa: Vergüenza y virginidad, cuando se pierden, para la eternidad.

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