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martes, 24 de febrero de 2009

No por mucho madrugar, amanece más temprano

Refrán muy conocido, llama a la paciencia, especialmente respecto de aquellas cosas que no dependen de nosotros.

Igual que el sol sale a su hora, independientemente de que tengamos mucha prisa, muchas veces las cosas suceden después de un proceso en el que no podemos intervenir, por lo que solo logramos aumentar nuestra ansiedad.



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