Cuando las cosas se tuercen, se engrisece el cristal al través del cual miramos la realidad, la percepción del mundo que nos rodea se vuelve pesimista y todo es visto como negativo; cosas que serían vistas como neutrales nos parecen desgracias. Además, los acontecimientos realmente tristes se juntan con otros por permanecer mucho tiempo como recientes en nuestra percepción.
A veces, el refrán se vuelve inexorable y tristemente cierto. Una persona cercana a mí ha perdido en el último año a su suegra y a sus dos padres. El otro día fuimos a su casa y, entrando, mi mujer le decía a mi hijo "Ahora verás al perrito" y él girándose dijo: "No, Will también se ha muerto".
Existe la variante Nunca viene una desgracia sola y es muy similar a Las desgracias vienen de tres en tres.
A veces, el refrán se vuelve inexorable y tristemente cierto. Una persona cercana a mí ha perdido en el último año a su suegra y a sus dos padres. El otro día fuimos a su casa y, entrando, mi mujer le decía a mi hijo "Ahora verás al perrito" y él girándose dijo: "No, Will también se ha muerto".
Existe la variante Nunca viene una desgracia sola y es muy similar a Las desgracias vienen de tres en tres.
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